
Un gran águila imperial erigida por el franquismo en la Lora (Toledo) rinde homenaje a los asesinos de la 62 División, tal y como ahora ya los podemos llamar: una columna de falangistas voluntarios que al principio fueron llamados "los hijos de la noche" por las horas en que llevaban a cabo su actividad de borrar al enemigo.
En la inscripción del monumento conmemorativo habla de "vuestra guardia eterna de luz, de amor y de paz".
¿Uno que aprovecha la guerra para desatar su odio qué guardia de paz y amor ha de encontrar?
¿Quién ama al amo? 2007. Técnica mixta sobre tela. 130 x 97 cm
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